sábado, 30 de diciembre de 2023

LA REINA DE CORAZONES: FELIZ AÑO 2024.

Siempre tuve la sensación que un mundo sin monarquía, es un mundo mucho más feo, con menos boato, con menos brillo, con menos fantasía, y con menos pasión; ¿qué sería de nosotros sin nuestros Reyes?, no es lo mismo una república, no tiene tanto color, ni tanta subjetividad bella. Mary me dijo que no era objetivo con ella; yo le conteste lo de siempre; ¿quién pretende ser objetivo?; - objetivos son solamente los objetos-; los sujetos siempre son subjetivos, y realmente en esa subjetividad se encuentra la belleza. 
-La unicidad; el hecho de que cada ser humano es único e irrepetible tiene mucho que ver con el atractivo personal; y por tanto con la subjetividad de este asunto. Si la belleza fuera objetiva, nos enamoraríamos de unas piernas, o unos glúteos perfectos. 
-Pero entonces; ¿de qué nos enamoramos?-dijo la Reina Marie Elisabeth, mientras me desmontaba con su mirada. Sólo pude decir con voz tenue, con una pausa valorativa, que sólo me sirvió para tomar aire y volver a la conexión con el mundo. 
- Nos enamoramos de la personalidad, "Majestad"; de esos dos componentes que son el temperamento y el carácter; el temperamento es innato, forma parte de nuestra herencia, mientras que el carácter es adquirido; forma parte de nuestra experiencia, de nuestro bagaje, lo que se denomina cultura absorbida- aclaró el asesor emocional de Marie Elisabeth.

La Monarca con una leve subida de ojos hacia el techo, dijo con tono firme y contundente:
- No hay nada de objetividad en esto-, repitió la Reina.La reina solía discutirlo todo. El arte de discutir cualquier cosa, forma parte del racionalismo más profuso. 
-Ya le digo Majestad: "la duda es el principio del conocimiento". Aplicar la duda como método (duda metódica Cartesiana), nos lleva a desglosar, y analizar cualquier afirmación. No se trata de negar nada; se trata de pasarlo por el filtro subjetivo de nuestra razón, y con este depuraremos los datos, los argumentos, y ahí es donde colocaremos nuestro veredicto- dictaminó Alex. 
- Alex; Tengo un dilema.
- Cuénteme Majestad.
-Verás; necesito saber cómo puedo ser justa en una situación como la que te voy a contar-
Hace tiempo la Reina conoció a un sabio que se acercó a hablar con ella en una noche donde había una luna llena amarillenta, casi dorada, hacía llamarse Alex; era locuaz, inteligente, original; fue entonces cuando decidió nombrarle su asesor sentimental.

- Tengo dos hermanos que me han pedido que les de cobijo; uno de ellos ha gastado la herencia de nuestro padre en ayudar a un amigo; con este nunca he tenido una buena relación; el amigo necesitaba dinero para un problema de salud grave de su hijo. Mi otro hermano es mi favorito, pero "un manirroto", gastón, caprichoso, pero muy generosos con los demás, y por tanto conmigo-.
Marie Elisabeth; ¿Qué crees que harían cada uno de los dos, si vuestra Majestad necesitara ayuda?. 
- El que no tengo buena relación creo que no me ayudaría, siempre le noté envidioso y rencoroso hacia mi. El otro me daría todo lo que pudiera- soltó Mary desde dentro de su corazón.

- Majestad; el concepto de justicia consiste en otorgar a cada uno lo que le corresponde, por tanto...El primero ayudó a su amigo y eso le da un valor especial; no juzguemos la actitud contigo Mary; su conducta fue generosa con quien lo necesitaba. El generoso te aprecia y se merece tú cuidado y atención; por tanto yo ayudaría a los dos, y le daría el 40% al generoso, y el 40% al caprichoso, y con el 20% haría una cena con los dos, y repartiría lo que sobrara equitativamente. 

El sabio entendía la justicia como la asignación a cada cual de lo que le corresponde; ¿realmente sabemos lo que le corresponde a cada uno?. No; entramos en el relativismo de la subjetividad una vez más. Aveces el cariño nos ciega; ¿pero por qué no dejarnos invadir con las emociones, y salir bien parados de este dilema?. Las corrientes actuales vinculan la parte racional de nuestro cerebro con la emocional, de modo que lo que decide la razón, segundos antes ya lo ha hecho la emoción.  

Termina un año; cada año revisamos consciente o inconscientemente, lo que ha supuesto este para nosotros. Nos sirve para hacer un balance de los bienes y males que nos han pasado. 

- Este año lo termino con la sensación de que lo que viene va a ser mucho mejor, que la vida me ha dado la oportunidad de ser feliz, y desde luego no seré yo quien contradiga a la providencia- expresó la Reina, mientras se acariciaba la barbilla. 
- Majestad; la felicidad más que momentos, es estar en un camino que te llene,  que de sentido a la vida que quieres vivir, y acompañado de la persona que quieres, y que con libertad te prefiera a cualquier otra. 
- Pues eso es Alex; tengo la sensación de estar en el camino adecuado con la persona adecuada. 
- No sin dificultades; esto no es una meta a la que se llega y uno se puede relajar; la vida, la felicidad, el amor; se construyen día a día; nos gusta que nos sorprendan, que nos cuiden. Hay poco tiempo para pasarnos la vida con alguien que no admiramos, que no nos llene de vida, que no nos ilusione su presencia; despertarnos por la mañana con su olor.
- Por eso Mary; en el 2024, recuerda en cuidar como la mejor joya de la corona; lo que amas, lo que quieres, lo que admiras; lo que no se cuida se marchita,  y lo que se marchita pierde la vida y muere. 

-Feliz 2024 Majestad.
-Igualmente Alex.  
 
Os dejo esta canción...Por si mañana:





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