viernes, 28 de octubre de 2022

DESDE LA CALMA DEL HORIZONTE

"Que nadie te quite la ilusión", escribió ella mientras dibujaba unos labios carnosos, que me recordaban a los míos. Verdaderamente nuestro intorno intenta modificar la realidad, pero esta se resiste, -lo que hay dentro es fuera-, -y lo que hay fuera es dentro-, anadí yo mientras intentaba interpretar lo me quería decir.

Siempre supe que los viajes cambian al viajero, dejan su impronta, y aunque no sepamos la razón de nuestra elección, nuestro yo más interno movido por emociones diversas decide una aventura determinada, que sabes que te va a dejar una historia, sabor, sabiduría, olor, esperanza, y recuerdo nuevo. 

Ella replicó; -sabes que como bien me dijiste: "-el llanto es el orgasmo de la melancolía-", esa melancolía movida por la nostalgia, la emoción que provoca la belleza entendida desde un concepto amplio de estética de la bondad, la calma, y la llegada a un espacio de amor y de alegría.  


Nadie me dijo que la vida fuera tan compleja, nadie te enseña a caminar  con criterio; este criterio debe estar dirigido por la honestidad, ser honesto no es ser franco; ser honesto parte de la complicidad con tu autoconocimiento, y de transmitir con asertividad tus valores, los que no estas dispuesto a negociar con nadie, y que sienta las bases del respeto contigo mismo. 

Me dijo mi conciencia: " he vivido la vida con miedo; he de asumir que llevo el miedo pegado a mi cuerpo. Desde pequeño he tenido que asumir la sombra del miedo; miedo al futuro, miedo a mi padre, miedo a Dios, miedo a perder el cariño de los otros, miedo a la soledad, miedo a perder el amor, miedo a la muerte, miedo a la vida. Esto fue providencial; no he podido llegar este verano a una mejor conclusión: "el miedo ha gobernado mi vida, y no voy  a permitir que el miedo se apodere de mi"; le miraré a los ojos, le plantaré cara, y por dignidad seré honesto conmigo mismo y con las personas que quiero. He llegado a la conclusión que no se puede vivir con libertad, sin plantar cara el miedo. 


Desde allí en paralelo, se desliza tú nombre, como un bien verdadero luchas y te escondes, abrazas mis días, recuerdas las noches donde nos amamos. La vida nos esconde sin ningún sentido. No te he vuelto a ver, vivo con tú imagen al amanecer. Lloro en el silencio,niego tú ausencia, busco en la distancia mi herida perfecta, pero es una herida que tú solo puedes dejarla con vida.

Nuestra mente no es un buen sistema de procesamiento de la información, no reaccionamos a los hechos, es a la interpretación de los hechos. Nuestro "disco duro mental", está impregnado de afecto, se llama "economía cognitiva"; una vez se instala cierta información vamos a defenderla. Es muy esperanzador, saber que lo que se aprende se puede desaprender. Por ejemplo "nunca te des por vencido"; se puede perder, yo lo que quiero es disfrutar de la vida, no siempre ganar. Todo este adoctrinamiento es una forma de controlarte a ti mismo; es por ello que es sano: 
1. Desaprender: quitar esas capas de la irracionalidad, como se van eliminando las capas de una cebolla. 
2. Mirar las cosas como son: aprender a pensar; el realismo cura, el autoengaño enferma. 
3. Crear una visión del mundo: una cosmovisión; una filosofía de vida, sustentada por valores que no estás dispuesto a negociar.

Le oí a un amigo una buena reflexión: " La confianza forma parte del amor"; confianza es dejar entrar a una persona a tú espacio más vulnerable, dejas entrar porque sabes que aún pudiéndote lastimar, no te va a hacer daño".  En realidad el amor consiste en que si te puedo evitar dolor, haga todo lo posible para hacerlo, y me alegro cuando tú te alegras. Lo que no se da se pierde; se pierden las oportunidades y las palabras. 

Nos quedan muchos viajes por hacer, muchas aventuras que vivir, mientras tanto, nadie me quitará la ilusión...