viernes, 25 de noviembre de 2011

NUESTRO TRABAJO: UN ESPACIO EMOCIONAL


Una organización es un conjunto de personas con un fin común. Este fin a pesar de contar con los recursos, estructura y tecnología adecuada no siempre se consigue; ¿Por qué ocurre esto?:
Las organizaciones tienen una parte racional y una parte emocional que determina de forma importante los resultados de la misma. Esa parte emocional lo constituyen las interacciones de los trabajadores con su grupo, con el resto de la organización y con el entorno donde están los usuarios. En este entramado existen una serie de procesos “Por encima de la superficie”, conscientes para el individuo, el grupo o la organización. Y otros procesos inconscientes, ocultos y desconocidos, pero que marcan nuestra actitud y conducta en la empresa, y por tanto condicionan el cumplimiento de objetivos de la organización.
El componente emocional de las organizaciones se establece con las relaciones interpersonales entre los trabajadores, los directivos, los usuarios, etc. Estas relaciones generan interacciones emocionales que provocan  emociones en forma de amor, odio, gratitud, admiración, culpabilidad, desencanto, desesperación, etc. Estos sentimientos producen vínculos emocionales consciente e inconscientes, marcados por nuestros propios sentimientos a veces contradictorios y ambivalentes.
El análisis y estudio de esta parte desconocida, ayuda a comprender la actitud y conducta  de los equipos de trabajo, y de los trabajadores y nos permite trazar estrategias que mejoren el cumplimiento de la tarea de la organización.

Una organización suficientemente buena es aquella que contiene su tarea primaria claramente definida, una estructura de autoridad claramente definida, un sistema de delegación de autoridad, una clara definición de roles, y una comunicación clara y fluida.
La tarea primaria de una organización es lo que hace una empresa para sobrevivir: Gordon Lawrence (1977) diferencia entre tarea normativa (tarea formal u oficial, y resulta de la operatividad de las necesidades del departamento o de la organización), tarea existencial (lo que cree el trabajador que hace: El significado que doy a mi rol), y tarea fenomenológica (tarea que se desprende de mi comportamiento y conducta en la empresa, y puedo no ser consciente de ella):
Las organizaciones se dirigen a través de una Tarea Primaria, que constituye su principal objetivo para sobrevivir. La tarea primaria, implica cambio, adaptación, manejo de riesgo, y “ejercer autoridad”; todo esto genera ansiedad.
La ansiedad moviliza dinámicas inconscientes, que producen comportamientos disfuncionales en las organizaciones, distorsión de la realidad, y conductas defensivas, que hace que la toma de decisiones sea pobre, con políticas irracionales o dinámicas grupales o individuales regresivas.
BRUSELAS 2006
 Si logramos que el entorno de trabajo  actúe como continente de ansiedad y facilite el desarrollo de grupos funcionales y el comportamiento organizacional, el trabajo será realizado de forma más efectiva. Ejercer una buena función de autoridad implica tomar decisiones difíciles asumiendo que el resultado de esas decisiones es responsabilidad suya, y reconociendo, las dificultades y el sufrimiento que pueden causar estas decisiones en los miembros de la organizació.
 
Ningún hombre es una isla, aunque queremos creer que somos independientes de fuerzas de las que puede que no seamos conscientes, nos influyen y marcan nuestra conducta, y nuestra actitud en la organización. Estas potentes fuerzas son las responsables del comportamiento irracional en los equipos de trabajo. 
En las organizaciones, si estas fuerzas no se gestionan, y se liberan de alguna manera, serán una importante fuente de conflicto y afectarán de forma determinante a los resultados empresariales


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