miércoles, 9 de noviembre de 2011

CUMPLO 44 AÑOS

Las Tres Edades del Hombre, Giorgione 1510.

La vida pasa, y te lo recuerda precisamente el día de tú cumpleaños: Hoy es mi cumpleaños, aunque nadie lo dice pero no es agradable cumplir años. A veces recurrimos al eufemismo simplista de añadir valor a los años, incorporando aspectos positivos como la experiencia, la vida vivida, el control de emociones: Una vez leí que la diferencia entre el joven  y el viejo es que el viejo ante un acontecimiento “Se centra en la emoción y el joven en la acción”, con variabilidad individual, pero el viejo es capaz de gestionar mejor sus emociones y sentimientos, y vincular más la conducta a la parte racional; es decir que emociones como la ira o el miedo no dirijan nuestros actos  y sea nuestra libertad racional, lo más limpia posible de emociones extremas, quien decida el camino a tomar.  
No cabe duda que el paso de los años te atempera, relativiza la vida en general; se ven las cosas con menos visceralidad, y los acontecimientos y los juicios de valor se llenan de matices, que te hacen creer que tienes un mayor conocimiento frente al joven. No tengo tan claro que nuestras decisiones y conductas sean más sabias, lo que si se es que estamos más entrenados para el impacto emocional de los actos, y por consiguiente poder caminar por la vida con más asepsia sentimental, con más racionalidad.
Para madurar, y llegar a la edad adulta con esta mayor serenidad, necesitamos percibir el mayor abanico emocional posible: El dolor por ejemplo del desamor, el sufrimiento por la traición, o de la no consecución de objetivos vitales, producen Heridas que para ser reparadas, precisamos una introspección profunda que nos haga dar una respuesta lo más adaptativa posible a esa realidad que vivimos en un principio como una situación desagradable. Este entrenamiento emocional nos hace ser más fuertes, nos hace vacunarnos para la adversidad, y nos coloca en una situación de mayor autocontrol y tolerancia ante la frustración.
Los años nos enseñan, nos hacen más sabios, nos hacen maestros, pero también si uno evoluciona de forma madura, descubre que no sabe nada, y desde luego el que sabe que no sabe nada, lo sabe todo, porque está abierto al aprendizaje. Alguien mayor me dijo una vez: “Uno se hace viejo cuando pierde su capacidad de aprendizaje”, añado yo que esto de perder esa capacidad de aprender es terrible porque desconecta de su entorno, de sus vivencias, de la evolución de su sociedad; si uno no tiene nada que aprender ¿es que lo sabe todo?, o es que se ha cansado de,  vivir y está esperando pacientemente la muerte; ¿O es que los años han hecho de su ego un muro infranqueable que no les permite aprender?, y menos de alguien que tiene menos años que yo.
Bueno espero poder seguir aprendiendo de la vida, de mis amigos, de mis seres queridos, de mis compañeros de viaje, de mis enemigos, y de todos los acontecimientos que me quedan por vivir.

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