lunes, 9 de abril de 2012

LAS SUJECIONES DE PETER


Frida Kahlo, La columna rota 1944

Alguien dijo: “Estoy en una prisión, atrapado”, “Como un pájaro enjaulado”, “Eso es para los locos y yo no estoy loco”.  A un familiar se le oía en el pasillo del geriátrico comentar apesadumbrado: “Ella no ha hecho nada y le han atado”. Una mujer de unos sesenta años “lloraba y decía sentirse culpable de la sujeción de su madre”. Un señor trajeado con aspecto de abogado lanzaba un alegato a la directora: “Lo peor  son las formas: Entraron, pusieron la sujeción y no dijeron ni una palabra”, mientras tanto alguien pedía que le quitaran esos grilletes;  prefería morir que seguir así ₁.
En el salón de actos del Centro Gerontológico Universitario de Filadelfia; el Profesor Carlson definía las sujeciones Físicas como: “Un método que limita la libertad de movimiento, de no fácil retirada”, y las sujeciones químicas como: “El uso de drogas psicótropas para controlar una conducta molesta, que no tiene su base en un desorden psiquiátrico”.  
Un alumno un tanto avispado que estaba cursando estudios de Psicogeriatría desde hace unos meses, reflexionaba en la fila uno del salón, de forma casi verbal con su gesticulación sonora: “¿Limitar la libertad de alguien?, ¿Imposible de retirar?, ¿Drogas para controlar conductas molestas?...
En el tiempo que llevaba en el centro había visto el uso de estos métodos, y nunca había reparado en ellos de esta forma tan intensa; formaban parte del paisaje habitual que desde que había llegado allí tuvo que interiorizar, es cierto que al principio comentaba con sus compañeros de máster, el uso a veces injustificado de estas sujeciones, pero siempre le decían: “No estamos aquí para cambiar nada, estamos para aprender”. Pero Peter había adquirido desde pequeño  un espíritu crítico, y preguntaba a las enfermeras: ¿Por qué sujetáis a esa señora?; había respuestas para todos los gustos: “Lo prescribió el médico”, “Lo hemos decidido en el equipo”, “Es por su bien, para evitar que se caiga”, “Quiere su familia”, “Es agresivo y si no pega a la gente”, “No para de moverse”.
El profesor Carlson seguía dando datos de las sujeciones en Centros de Cuidados de Ancianos de  otros países: “En Dinamarca su uso es del 2,2 %, frente al 16,5 en USA, y en países como España llega hasta el 39,6 ₂.
Peter ensimismado en su introspección pensaba: “Esto quiere decir que en Dinamarca 2 ancianos de cada 100 son contenidos, y en España casi 40: “¿Podríamos decir que es mejor  envejecer en Dinamarca que en España o en los Estados Unidos?. Digamos que la filosofía central que guía la asistencia gerontológica es:<Autonomía y dignidad en la vejez>: Por un lado se impide la autonomía que es uno de los grandes paradigmas de la calidad de vida, y por otro lado se degrada al ser humano privándole de su libertad de movimiento y de acción”.
 Carlson esgrimía aún más argumentos para que Peter cuestionara la legitimidad moral y la eficacia de estos métodos:
1. El  argumento que con más frecuencia se usa para justificar  las sujeciones son las caídas ₃
2. Evidencias cada vez mayores demuestran que reduciendo el uso de sujeciones no se incrementan las caídas ni lesiones ₃
3. Las complicaciones que producen son: alteraciones metabólicas, hipotensión ortostática, pérdida de masa muscular, tono, y masa ósea, contracturas, edemas, favorece caídas, estreñimiento, incontinencia, aspiración, neumonías, embolismo, UPP, anorexia. Por no hablar de las consecuencias psicológicas como agitar mucho más a pacientes agitados, pacientes que se sienten humillados por verse tratados como niños sin control y sin entendimiento, refieren sentimientos que van de la ira a la desesperación, y efectos duraderos de depresión y aislamiento social₄.
Peter no entendía nada: Tener un dispositivo que se usa para controlar algunos riesgos que no previene como las caídas, de nula efectividad terapéutica, y a la vez que produce efectos tan nocivos como úlceras en la piel, neumonías, embolias, depresión y aislamiento social: Cualquier principio activo  farmacológico de este estilo, se hubiera retirado de por vida.
 Mr Carlson relataba la mortalidad registrada por el uso de sujeciones. Presentaba un estudio de la Universidad de Minnesota en el que describían 122 muertes de pacientes que fallecían por quedarse colgados de la cama con la sujeción puesta   o en silla₅.
Peter pensó en un frase muy repetida en entornos relacionados con el cuidado: “Curar, a veces mejorar, cuidar siempre”: Estos métodos no curan, no mejoran sino empeoran y no cuidan, sino que más bien descuidan. Puede que me este pasando pensó Peter; pero me gustaría saber si la privación de libertad de un ciudadano por muy demente que sea o por muy agitado que esté, debe ser una práctica tolerada por los clínicos.
Mientras tanto, de forma coordinada con el pensamiento del alumno, Carlson disertaba sobre las indicaciones de las sujeciones. Peter se mostró entusiasmado con las evidencias que estaba relatando su admirado profesor:
1. Las sujeciones sólo se deberían usar en caso de emergencia, cuando corre peligro la vida del paciente o de otros, y siempre que no exista otra alternativa₄.
2. No se recomiendan en la prevención de caídas y en la agitación₄.
3. Las sujeciones no deben ser un sustituto de la vigilancia₄.
4. Deberían ser usadas después de una decisión consensuada entre enfermeras y médicos₄.
5. Sólo deben usarse contando con el paciente si se puede, familia o personas cercanas₄.
6. Sólo deben usarse por un tiempo limitado,  debiendo vigilar la sujeción cada 30 o 60 minutos. Examinar al paciente cada 3 o 4 horas por si tiene alguna complicación como una Úlcera por Presión₄.
7. Las instituciones deberían tener por escrito su política frente a sujeciones incluyendo guías clínicas, tipos, órdenes, y exigencias de control₄.
Antonio Casanova, Monja y enferma, 1893


Peter chequeaba mentalmente los casos clínicos que había observado y sobre los que había trabajado: veinte casos con sujeciones. No encontraba ninguno de ellos, en los que estuviera justificado su uso. La mayoría estaban prescitas para evitar que se caigan, en un caso  se usaba por agitación, y en otro para controlar una conducta indeseable (vagabundeo). Pensaba: eran 20 personas encadenadas, privadas de libertad, sin ninguna indicación para ello; sufriendo un importante riesgo de complicaciones físicas y efectos indeseables Psicológicos que contradicen el paradigma de los cuidados de larga duración: “Mejorar la calidad de vida de los usuarios”.
Apareció una pequeña crisis profesional: Su director de Máster <El Profesor Carlson>, había puesto de manifiesto una contradicción entre las prácticas que se llevaban a cabo en el centro, las evidencias al respecto, y la propia dimensión ética de las contenciones. Realmente la conclusión a la que había llegado es que en muy contadas ocasiones están indicadas las sujeciones, que sólo deben utilizarse como una medida de emergencia ante la ausencia de alternativas, frente a un paciente en el que corra peligro su vida y/o la de los demás.
El esfuerzo por eliminar o disminuir sujeciones en Nursing Homes está asociado a regulaciones Gubernamentales, formación  de las Plantillas, y educación con consultoría con una enfermera clínica especialista en Gerontología₆. Espetaba el profesor para finalizar la charla.
Un cálido aplauso inundó la sala tras el agradecimiento de Carlson a la atención prestada por la audiencia. Peter se acercó sigilosamente, ante la mirada interrogante del viejo profesor. Peter se quedó mudo y no decía nada mientras el doctor le preguntaba. ¿Qué te ocurre Peter?; tienes mala cara:
- Profesor me ha preocupado su charla: He sentido la angustia, el dolor, la impotencia, la tristeza, la ira y el miedo, que sienten esos pacientes que tienen indicadas sujeciones. Me pregunto si nuestra labor no debe ir más orientada a provocar: alegría, esperanza, paz, felicidad, y ternura,  sentimientos y emociones que eclosionan frente a unos cuidados de calidad: Creo que las prácticas de este centro, no son las más adecuadas.

- Querido Peter; las actitudes no son fáciles de cambiar; hoy al menos me voy satisfecho de que se ha generado una corriente interna crítica en ti, que te ha hecho cuestionar las intervenciones  que has observado en tú entorno más cercano. Tú serás en un futuro un instrumento de sensibilización de compañeros y miembros de tú equipo para demostrar que una sujeción debe ser una práctica excepcional, en casos muy concretos, y por un tiempo mínimo determinado. No olvides, querido Peter, que un viaje de mil kilómetros empieza por un primer paso; y hoy tú has dado ese primer paso.

BIBLIOGRAFÍA
BestPractise  Volmen 6, nº3 2002, ilustrado con comentarios propios
₂ Age and aging 1997 26- 52, 43- 47. Comparisons of restraint use in nursing homes in eight countries.
₃ Nursing Journal of Advanced Nursing 45 (3), 246-251. Hamers J.PH. et al.  Use of Physical Restrain in cognitively impaired nursing homes residents.
₄ Review of the evidence. Cristopher Frank, MD, CCPP et al. Safety and Efficacy of physical restraints for the elderly.
₅ The gerontologist, vol 32,nº6 762-766.Stevens,H. Miles. Deaths caused by physical restraints
₆ Physical restraint use on people with dementia: a review of the literature. Wei-wei wang  RN.





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