jueves, 6 de diciembre de 2018

METAMORFOSIS Y AMOR


METAMORFOSIS Y AMOR



Bebo había recorrido un largo camino hacia la libertad, pero se despistó, se proyectó en exceso hacia el exterior, se olvidó como decía Gilda "de sus adentros". El súbitamente y con la sorpresa del niño que descubre una nueva experiencia, ante  mirada melancólica de su Gilda, había detectado las limitaciones  contradictorias y ambivalentes que dibujaban su vida.

Ella había puesto sobre la superficie la esencia aprendida de Bebo. Le dijo que siempre quería satisfacer a todo el mundo y con sus circunloquios buscando la aprobación del otro, sólo provocaba inseguridad y desconfianza. 

Bebo se quedó estupefacto, no entendía porque se comportaba así, pero reconoció con un gesto entre sorpresa y fascinación por el análisis de Gilda, la certeza de la hipótesis de la dama. Mientras tanto los ojos asépticos de Bebo se humectaban en lágrimas, y dilataban sus pupilas en busca de más evidencias. 

Por un momento se quitó la máscara protectora que usaba desde pequeño, para que no le afectaran los acontecimientos vividos, y que  a veces le transformaba en una especie de robot psicópata sin sentimientos. Era como si no le afectaran las cosas, pero la verdad es que por dentro le hervía la sangre, fluía un calor emocional controlado que erosionaba sus entrañas, que le desgastastaba, que le llevaba a una introspección personal, que le llevaba a su mundo, a sus limitaciones,  donde había vivido durante gran parte de su vida, y adonde tenía encarcelada su libertad. 

Ella le dijo que siempre había vivido atemorizado, con miedo, y es por eso que le costaba hablar con claridad. El creía que era claro, pero todo lo contrario; llevaba la ambigüedad por bandera, la precaución del que no quiere recibir un zarpazo. De repente se dio cuenta que la libertad que tanto ansiaba, la había buscado en un lugar equivocado. Salió al mundo de lo tangible, sin romper las cadenas de su mundo interior, que era lo que le impedía ser trasparente, mostrarse firme en sus decisiones, en sus pensamientos, en sus emociones, en sus actos. 

Al menos ella le había ayudado a descubrir uno de sus secretos más ocultos, le había puesto en la superficie, la clave de su felicidad: romper las cadenas de su "miedo a la libertad". No basta con abrir la jaula para ser libre, además hay que vencer al miedo a la incertidumbre, a la aprobación de los demás, al enfado del otro, al dolor del abandono. Esa era la clave que se olvidó Bebo, y que Gilda en su fluido discurso desde su cama le había mostrado casi sin despeinarse.

Bebo ese día se dedicó a reflexionar toda la tarde sobre ello. Se sentía melancólico. De repente se había llenado de esa soledad creativa, que le devolvía a la escritura, a su "mundo", que desde pequeñito había construido a base de miedos, y donde se encontraba confortable, calentito, libre; es verdad que cuando salió de él fue porque descubrió que eso no era la vida, que en el exterior estaba la realidad, pero rompió el cascarón tan rápido que se le olvidó  desatar las cadenas del miedo.

Gilda le había hecho descubrir que ese mundo exterior que había construido a base de miedo a hacer daño a los demás, hacía infeliz a los que más quería, provocaba incertidumbre y desconfianza en Gilda, y lo más importante: "Le hacía infeliz a él mismo". 

Que curioso: Media vida preparando la salida, y en la superficie se dio cuenta que el enigma estaba en su interior, en su mundo. El siempre decía parafraseando a Erich Fromm: "lo que es dentro es fuera", por eso ella le mostró  que el cambio pasa primero por dentro, y parece que Bebo no se preparó adecuadamente para la salida. 

Gilda pensaba que el lamento, sólo servía para impulsarse para el salto hacia la libertad, por eso despojó a Bebo de sus miserias, de sus entelequias protectoras que le llevaban a la desesperación, al nihilismo, al desconsuelo, a la soledad del mutismo autárquico de la soledad. 

Quizás para poder amar, pensaba Bebo, es necesario despojarse de la opacidad de su mundo, y transformarle en trasparencia compartida. Incomoda más al otro la ambigüedad que la verdad por muy dolorosa que sea. 

Gilda le había dado la lección de su vida. En tan solo 10 minutos le había desmontado las creencias de toda una vida. Bebo en un instante se dio cuenta de la laxitud de sus valores; no podía seguir así. Lo malo de dar gusto a todos es que te transformas en el esclavo de los que amas. Pero claro esa esclavitud era para Bebo el ideal de su vida, era el esquema con el que había funcionado desde que salió del cascarón. Ahora que era consciente, tenía la oportunidad de liberarse sin ninguna duda de lo que le había hecho infeliz durante todos estos años. 

Esto no es opcional, pensaba Bebo, no tenía más remedio que dar un giro de 360º, y volver a empezar, soltar las amarras que le impedían el despegue hacia una nueva vida, una vida de amor, de trasparencia, de pasión, de ausencia de miedo, de libertad. 

Es entonces cuando le dijo a Gilda: 

- Gilda hoy he vuelto a nacer. Quiero ser el protagonista de mi vida.  No quiero navegar sin rumbo, Voy a ser el agente activo de la búsqueda de mi felicidad: ¿Quieres estar a mi lado?.
- Querido Bebo: Siempre he estado a tú lado, te amo, y estaré siempre contigo. Eres la persona que más he querido, y siempre lo serás, pero no puedo seguir así. 
- Gilda, no te puedo pedir nada, no tienes ningún compromiso conmigo, excepto el amor que nos une. Es la última vez que te voy a pedir esto: confianza, porque si fracaso en este último intento, no te decepcionaré a ti; será la decepción de mi vida, y entenderé que no tengo solución. 
- Bebo; estaré contigo, te acompañaré en silencio; pero tienes que prometerme algo: Se trasparente como el viento, no te dé miedo a la libertad, no temas hacerme daño, comparte conmigo tú mundo, y se feliz. 

Bebo se mantuvo en silencio durante unos minutos, mientras su mente se cargaba de energía; volvía a tener esperanza...se estaba llenando de pasión, de consuelo; se había liberado. Había descubierto que para poder amar a Gilda, tenía que librarse de las cadenas de sus miedos. 

- Gilda; Voy a luchar de nuevo por nuestra felicidad. Comienza mi metamorfosis, comienza mi nueva vida, quiero volver a ser "Yo", esa persona que inyecto esperanza y pasión en tú vida, ese Bebo que te apasionó, al que admirabas, al que adorabas, en el que te apoyabas, en el que vislumbrabas un futuro mejor. Espero recuperar a esa Gilda apasionada del relato "Eres mi Dios". Mientras tanto Gilda; quiero que sepas que has sido mi luz, mi impulso, y y espero volver a ser lo que era para seguir amándote hasta el final. 

Empezaba una nueva historia, un nuevo episodio en sus vidas, un nuevo proyecto  que impulsó un día el amor, lleno de esperanza, sinceridad, y vida. 

Bebo y Gilda unieron sus manos, y se fundieron en un abrazo apasionado, que firmaba un nuevo pacto de amor y entendimiento: Bebo volvía a reconstruirse sobre sus cenizas. Gilda estaba a su lado una vez más.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario