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Soy débil e imperfecta, pero ya lo tengo
asumido- afirmó Gilda en un alarde de sinceridad melancólica, de esa que repliega hacia dentro y humedece las conjuntivas. Gilda tenía esas
cosas, si la respuesta que esperaba de Bebo le decepcionaba…A Bebo a veces le
resultaba complicado seleccionar de su extenso vocabulario, la expresión
adecuada que no lesionara la sensibilidad de Gilda. Eso era importante sobre
todo cuando Gilda estaba melancólica, pues luego Bebo tenía unos tremendos
remordimientos de lo que había dicho; pero es que Bebo soltaba ganchos
provocadores. Walter lo explicaba como el reclamo, el gruñido del Bebito que pide
cariño. Bebo necesitaba cariño, sentirse querido, y cuando perdía la atención
de Gilda, cuando la magia se transformaba en asepsia racional, Bebo pegaba un
zarpazo, para ganar la atención de la dama. Pero no podía evitarlo; de vez en
cuando salía ese niño rabietoso, el de
la etapa más egoísta y narcisista de su infancia, que le hacía a sus padres
pasearle en el auto hasta que se durmiera: “Ese Bebo caprichoso salía de vez en
cuando”.
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Ya no me quedan secretos para ti Bebo.- Gilda un día se despertó, no quería
levantarse de la cama, no veía esperanza alguna, no le motivaba nada, no tenía
fuerzas para seguir, un manto negro cubría su existencia, e intentó marcharse
de este mundo. A ella no le gustaba hablar de esto, pero se lo contó a Bebo…
Bebo estaba preocupado.
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A veces vivir es asfixiante, agotador,
terrible.- Bebo pensó que sería mejor cambiar de tercio, Gilda se estaba
entristeciendo por momentos.
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Gilda: Siempre hay razones para quedarse, irse nos iremos solos cuando nos llegue la
hora…Desde que te he conocido en mi vida ha aparecido un horizonte que antes no
existía, ha aparecido la esperanza. No puedes olvidarme, ni yo tampoco. No nos
empeñemos en ir contra natura, en tapar el sol con un dedo.
-
Bebo: Me gustaría ser su amigo, es muy buena
persona…Pero me va a ser difícil…
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Cuando las intenciones de las partes no
coinciden, para no hacer más daño, es mejor, al menos temporalmente suspender
el vínculo con esa persona, hasta que se atemperen los sentimientos; es posible
que esa relación se rompa para siempre. Si de verdad quieres a alguien
Gilda, deseas que sea feliz, aunque no sea contigo. Ese es el verdadero amor
Gilda, el que te deja ir, para en libertad poder volver, o no volver... Sabes
que siempre te he dicho que no existe amor sin libertad.
-
Le conté a Walter mi sueño: “Había un hombre
guapísimo, perfecto. Cuando deseaba aparecía, y cuando quería estar sola
desaparecía, pero no le podía besar. Era muy grande, abarcaba todo mi cuerpo”. Me dijo que
eran mis deseos. Yo pienso que el hombre eras tú Bebo, me
invades, me rodeas, abarcas todo mi ser, pero no siempre que te necesito estás
ahí…
-
¿Qué dijo Walter?.-
-
Bueno ya sabes cómo es; dice que los deseos y
los miedos van unidos; que los deseos tan intensos como el que yo siento por
ti, va lleno de miedos: miedo a la frustración, miedo a la decepción, miedo a
la ruptura de la relación o al deterioro de la misma. Apareció el tema del
odio. No creo que pudiera odiarte Bebo, pero si he sentido a veces mucha
tristeza por cosas que te he oído. Una vez estuve metida en mi misma, y a pesar de que estabas a mi lado no quería
tocarte, ni que me tocaras; era como un sentimiento de autoprotección, me volví
hostil como un erizo, todo me molestaba, no quería que me abrazaras, pero a la
vez lo estaba deseando.
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Como dice Walter: “El ser humano es
contradictorio y ambivalente”: Desea, pero a la vez rechaza… son los miedos
Gilda, la ansiedad resultante de una situación que se sale de nuestros deseos.
Las cosas no salen a veces como queremos, pero hay que ser flexibles Gilda. El
que no espera nada, lo tiene todo… Puede parecer triste, pero todo lo que se
encuentra el que no espera, es una bendición. No obstante Gilda, lo más
importante es que cuando amas a alguien como yo te amo a ti, quiero darte lo
mejor de mí, espero que estés satisfecha, porque si te falta algo
importante para ti, buscarás en otros
puertos, puede que primero en tu interior, y después en el exterior. Pero eso
querida Gilda es la historia del ser Humano: Buscamos lo que nos falta… Gilda:
Tu hoy llenas toda vida, todo mi pensamiento, todos mis deseos, toda mi alma
está invadida de ti… Eso es lo que te puedo decir.
-
Cariño: ¿Sabes?, me tienes loca, esos labios
mientras hablas me excitan mucho, me llenan de ganas de morderte y abrazarte a
todas horas…Cuando estoy a tu lado es como si no existiera nadie más; solos tú
y yo, y una inmensa pasión que me lleva hacia a ti, a devorarte con la mirada,
a tocarte, a acariciar tu nuca, a
recorrer la palma de tu mano con la yema de mis dedos, en un intento de sofocar
el deseo y las ganas de tenerte.
Bebo tomó el
cuello de Gilda, y muy suavemente puso sus labios a su disposición, un mar de
besos pequeñitos y suaves recorrieron la parte posterior de sus orejas, hasta llegar
a su barbilla, donde minuciosamente la saboreo, mientras ella exhalaba deseo
por todo su cuerpo.
Ella se había
puesto dos coletitas como a él le gustaba, y un body rojo que le excitaba
mucho. Ella sentándose en el sofá que estaba en la ventana, abrió sus muslos
mientras el en la cama la observaba. Abrió sus piernas mientras se masturbaba
para bebo. El aguantó un minuto más o menos, y se acercó hasta ella, la tomó
entre sus brazos, y empezó a succionar su clítoris mientras su lengua se movía
a una velocidad imparable. De repente le entraron unos deseos inmensos de
penetrarla por el culo. La colocó
mirando a la ventana, mientras muy suavemente metió su polla llena de pasión, a
reventar, entre las paredes de su agujero, mientras ella gemía con cada envestida; aguantaron hasta que el sudor
les caía por su cuerpo, y ella dijo: - Voy a correrme- El se sintió liberado y
eyaculó mientras tiraba de las coletas de Gilda que tanto le excitaban.
Los dos se
desplomaron en el sillón, ella encima de él, mientras su cuerpo
abrazaba una inmensa satisfacción, lo vivido.
Era tan intenso
cuando hacían el amor, que se quedaban sin fuerzas, en estado de Shock, y luego
una inmensa paz les invadía hasta que esa paz se llenaba de nuevo de deseo al
poco tiempo…
Ellos eran así,
todo pasión, todo deseo, todo amor…
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Te quiero Bebo; pero te quiero como nunca he
querido a nadie, te deseo como a nadie en el mundo…
-
Mi Vida: He guardado tanto tiempo este amor,
este deseo, esta pasión, hasta que te he encontrado….Siempre te he buscado, y
ahora que estas aquí, no quiero que te vayas nunca.
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