martes, 23 de julio de 2024

LA HONESTIDAD DE UN HÉROE.

En el Centro Maximino Pérez Pérez; foto restaurada y retocada
El silencio de algunos personajes de la historia se llena de sobriedad, cuando hablan  los que contribuyeron, equivocados o no, a la sociedad en la que hoy vivimos; somos hijos de nuestra historia, y quien no conoce la historia está condenado a repetirla; por lo tanto, ya que la vida es limitada, y nunca sabemos cuando nos va a caducar, es interesante respetar a nuestros ancestros; estoy seguro que por mucha heroicidad que gasten, son personas, grandes personas que creían, que lo que defendían era lo mejor para su patria, para su entorno, y para el mundo; si no es así; ¿quién sería capaz de jugarse lo más preciado que tiene un ser humano; la vida, en una zona inhóspita, lejos de su ciudad natal, a expensas de caer prisionero o muerto en la batalla?.

Mi padre una vez me dijo; "lo único que nos queda a los patriotas, es la dignidad de seguir luchando por defender a España del separatismo, y la invasión"; aunque esta idea puede parecer anacrónica; hoy más que nunca vivimos en un País en el que una minoría nacionalista, obliga a imponer leyes, a construir (como se dice ahora) un relato que blanquee las ideologías sectarias, que consideran que depende dónde vivas; tienes derecho a ciertos privilegios. Pero sin entrar en debates contemporáneos; nuestros antepasados lucharon por una España unida, y libre, alejada de los chantajes para poder gobernar.
 
Maximino Pérez Pérez; fue uno de los Españoles que representan el concepto de héroe con mayúscula; humilde, valiente, generoso y pasional en la defensa de los valores en los que creía:
 
Una vez, contaba su hijo; que D. Jose Luis Arrese y Magro,  el que fue Ministro de la vivienda con Franco,  le quiso nombrar "gobernador de Madrid", y su respuesta fue: -"Jose Luis (Maximino le tuteaba); yo estoy para servir a España, no para servirme de ella"- . Esto era mayo de 1941, una España muy distinta, recién salida de la guerra civil, pero con personajes como D. Maximino; con posibilidad de ganar posiciones y poder, pero con valores muy firmes entre los que prevalecía el amor a España, frente a sus intereses personales. En su lugar fue nombrado Carlos Ruiz García, quien era militar de profesión y combatiente en la Guerra Civil.
 
La amistad de Jose Luis Arrese con Maximino Pérez, hace que trabaje  con este, que  entre otros cargos fue Ministro de la vivienda. Arrese era arquitecto de profesión, y contrajo matrimonio con  Maria Teresa Saenz de Heredia (prima hermana de Jose Antonio Primo de Rivera). En la primavera de 1937 Arrese estuvo implicado en los "sucesos de salamanca"; aquí cobra valor la frase de Churchil: "hay amigos, enemigos y compañeros de partido"; en relación a que los que tienes más cerca y más les afecta tú éxito, pueden llegar a ser tus peores enemigos; pues bien Arrese que se mostraba partidario de la fracción de la falange que lideraba Manuel Hedilla, contrario al decreto de unificación de la Falange. Tras el fracaso de los Hedillistas, fue detenido y encarcelado, pero Arrese evitó la pena de muerte tras la intervención de Serrano Suñer (el cuñadísimo). El tiempo que Arrese pasó  en prisión  fue acercándole más a la nueva Falange; realmente Franco usó las disputas entre los falangistas para intervenir la Falange, apoyándose en Serrano Suñer (cuñado de Carmen Polo, esposa de Franco), que llega a Salamanca en 1937, estableciendo un partido único que daría legitimidad al Jefe del  Estado,  convirtiéndose este en el máximo dirigente de la organización. 

Nuestro personaje D. Maximino Pérez; nace en 1912 y  muere en 1961 con la edad de 49 años. Cuando estalla la guerra D. Maximino tiene 25 años; como fue fundador de la falange en Fuenlabrada, en 1936 al estallar la guerra civil, pasa escondido tres meses en un pozo que tenía en la vivienda de la madre hasta que pudieron sacarlo en un carro de paja, ya que habían dado un chivatazo. Historia parecida es la de mi tatarabuelo en Aranjuez (Fundador de la Cruz Roja en este pueblo), pasó escondido en la cueva de su casa durante un año; lo detuvieron por ser católico; al ser fundador de la Cruz Roja; lo sacaron unos camilleros de la Cárcel de Porlier (donde lo tenían) simulando que estaba herido, ya no salió de la Cueva de su casa del centro del pueblo, hasta el final de la guerra. 

A veces recorre mi cuerpo, el miedo que tuvieron que pasar estos personajes; el pensamiento de: "si me pillan se terminó todo"; te debe descomponer el alma; por muy valiente que uno sea, por muchas convicciones ideológicas, y religiosas, el instinto de supervivencia de miedo a la muerte, constriñe nuestras entrañas, y nos conduce a la angustia continua; con la muerte detrás de la espalda.

D Maximino vive la batalla del Ebro (25 de julio-16 de noviembre de 1938), D.Maximino tiene 27 años; el participa en la batalla que más combatientes tuvo en la guerra civil, la más larga. y una de las más sangrientas. Ser superviviente ya de todas estas duras vivencias estoy seguro que marca el carácter. D.Maximino tiene una calle en Fuenlabrada; nadie ha querido, ni podido quitarla, eso que ha gobernado siempre un partido de izquierdas allí; esto se explica por la transversalidad de la bondad y la generosidad, que es independiente a  la ideología, el sexo, y  la raza. Su participación en esta batalla le otorgó una medalla.

Maximino fiel a sus convicciones, se presentó voluntario en la llamada División azul, estuvo en el frente de Estalingrado en 1942; no había tenido bastante con la batalla del Ebro en la guerra civil, que quiso unirse a los 50.000 voluntarios que se fueron a Rusia a luchar contra el comunismo, dirigidos por el General Agustín Muñoz Grandes, propuesto por el Ministro de Asuntos exteriores, D. Ramón Serrano Suñer. Lo que sabemos de la estancia en Rusia con la División azul de D. Maximino, lo conocemos por Manolita; una enfermera que estuvo allí, el no hablaba mucho de esto.  Esta enfermera tenía por aquel entonces 18 años, y pasaba los fines de semana con la mujer de D. Maximino, (Dña.María Montero) hasta que murió en 1975. Manolita contaba que D. Maximino ganó a las cartas al tesorero de la División Azul, y lo dejó sin blanca, este se quería pegar un tiro, y D. Maximino haciendo honor a su compañerismo y generosidad; le dijo al tesorero: - "¿Estás tonto?; si igual mañana nos matan, y nos vamos a la mierda", y le devolvió el dinero que le había ganado; pero le dijo al tesorero: - Lo único es que si volvemos con vida, llenaremos una bañera de Whisky, y nos bañaremos en ella los cuatro que estamos aquí- Manolita decía: -Es que tú padre era así, no tenía nada para si mismo
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El frío en el frente en Rusia era tremendo; la temperatura era de 0 a 37 grados bajo cero; D Maximino perdió tres falanges del pié izquierdo en el frente debido a la congelación. El 16 de enero de 1943 hubo -44,7 ºC. Las botas altas, ceñidas, y reforzadas de acero, favorecían el proceso de congelación. EL frío era tan intenso que cuando un soldado moría, enseguida se le quitaba la ropa porque minutos más tarde quedaba literalmente pegada al cuerpo e inservible.
D. Maximino sobrevivió a esta cruel estancia en Rusia. 
D. Maximino; participó en 1959 en el traslado de los restos mortales de Jose Antonio Primo de Rivera, desde El Escorial al Valle de los Caídos. El Sr con gabardina en la parte izquierda de la foto, al lado de su querido D. Jose Luis Arrese, de aspecto fuerte, es D. Maximino Pérez.

Nada más terminar la guerra el fenómeno Primo de Rivera, se transformó en la imagen del Franquismo. Cuenta su hijo Jose María que en el entierro de su padre, algún asistente insultó a Arrese, le llamó traidor. Entiendo que Arrese representaba a un sector de la Falange que no defendió el decreto de unificación del partido, aunque posteriormente Arrese se unió a las tesis de Suñer y del propio franco basadas en crear un partido único, y unido sin disidencias pegado al régimen, como imagen estética e iconográfica del Franquismo. Tanto mi padre como mi querido Jose María (hijo de D. Maximino), eran  más Falangistas que Franquistas. La falange representaba esa forma marcial, que llenaba el régimen de estética con un trasfondo regio, con pinceladas Carlistas en el uniforme, y llenos de sentimientos patrióticos, y una idea de  una España unida.

El 22 de enero de 1961, D Maximino Pérez Pérez inició su último viaje a la edad de 49 años; le quedaban muchas cosas por hacer, una mujer e hijos a los que atender, se fue su cuerpo pero el recuerdo queda en sus obras, al pasear por su calle en su Fuenlabrada querida, la Calle  Maximino Pérez,  sentiremos un escalofrío por las espalda en forma de corriente eléctrica que nos devolverá al vacío que dejó  su ausencia, pero nos recordará que ni la guerra, ni el frente de Estalingrado pudieron con D. Maximino, pero "Dios" se lo llevó, porque necesitaba a un luchador, generoso, y solidario, que organizara una Centuria de Ángeles Valientes  para seguir mejorando el mundo.     

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