miércoles, 2 de mayo de 2012

LA DIGESTIÓN DE LA REALIDAD

CARAVAGGIO: MUJER CON LAÚD

La realidad, a veces dolorosa y confusa, cada uno la digiere como puede, como le han enseñado, o como menos dolor nos produce o en su visión antagónica como más placentera resulta; pero esto no significa que los datos “objetivos”;  coincidan con nuestra visión subjetiva, caprichosa, y  en ocasiones inducida por los interpretadores de la realidad: Los expertos que nos aproximan a  la verdad y te dicen cómo debes ver las cosas: Solamente el concepto ya suena a manipulación y nos aleja del pensamiento crítico; pues la verdad, queridos amigos nunca es simple, siempre en mayor o en menor medida goza de una complejidad que requiere una óptica  amplia, y la intervención de amigos, enemigos, y observadores varios para poder cocinar el coctel de la información.
Coincido con la visión Freudiana del ser humano como individuo que busca el placer y evita el dolor; desde que nacemos nos movemos en la ambivalencia de ver a la madre buena que nos da de comer, y la madre mala que nos impone límites; pero además completaría la visión con la concepción mucho más espiritual de Viktor Frankl; donde la búsqueda de sentido a la vida cobra protagonismo en el ser humano: Encontrando una razón para vivir, tendremos el cómo.  A mi juicio estas dos líneas de pensamiento dirigen las motivaciones y la conducta del ser humano; ahora bien es obligatorio decir que el hombre es responsable de lo que hace. Las decisiones que tomamos; sean a base de motivaciones internas o externas es responsabilidad nuestra y las consecuencias debemos asumirlas nosotros sin implicar a nadie más; es un signo de madurez asimilar esta máxima.
Hace poco leí una confesión de un amigo en la que culpaba a otro amigo suyo de una decisión laboral que tomó: ¿De forma libre?. Nunca somos completamente libres; a veces las emociones ciegan la razón, en otras ocasiones nos faltan demasiados datos. Recientemente leí varios artículos en la que se cuestionaba el mando del cerebro racional y la libertad del ser humano: En diferentes estudios, como los de  Gerd Gigerenzer del Instituto Max Plank, se ha demostrado que unos diez segundos antes de tomar una decisión con el cerebro racional ya se ha tomado el en el cerebro emocional; es decir que la   intuición es la que decide; ese sentimiento o sensación que acontece en el subconsciente que nos lleva a actuar de una determinada manera, es el responsable de la mayor parte de nuestras decisiones.
Descartes decía que la diversidad de nuestras opiniones no procede de que unos sean más racionales que otros, sino tan solo dirigimos nuestros pensamientos por caminos distintos y no consideramos las mismas cosas. Tomando esta aseveración, afirmo que tomamos caminos distintos muy condicionados por nuestras emociones: miedo, ambición, desagrado, amor; y estas están muy relacionadas con el ego que busca el placer y ambiciona cumplir una misión en la vida por encima en algunas ocasiones de nuestra propia felicidad; con esa inferencia inconsciente muy propia del ego de compararnos con los demás: “Quien se compara con los demás, nunca puede ser feliz”.
Por tanto pienso que la toma de decisiones en el ser Humano es una tarea compleja; en la que interviene la intuición, la razón, las emociones, el ego, los condicionantes del entorno, pero que las decisiones que tomamos y sus consecuencias es algo que no podemos atribuir al destino, a los demás, al país en el que vivo, a la familia que me ha tocado, a mis amigos, a mi pareja. Somos nosotros los responsables de lo que hacemos, lo demás es querer digerir la realidad como menos dolorosa nos parece,  y quitarte culpa sólo ayuda a no evolucionar y no aprender de “nuestros errores”.