martes, 30 de agosto de 2011

EL FINAL DEL VERANO.

Nada es para siempre, todo se termina, y le ha llegado el turno al verano.Cada vez que muere algo, por muy negativo o positivo que sea, se abre un proceso de duelo por el que tenemos que pasar para abrir una nueva etapa. Para despedirse de algo que muere, una estrategia recronfortante para  preparar la despedida es hacer un balance de las aportaciones y aprendizajes que nos ha dejado lo que se va.
FUERTEVENTURA 2011


He encontrado los ocho secretos que para Marco Aurelio, son claves para una vida feliz y que he escogido como aprendizaje del verano: 


  1. Se fuerte y no dejes que nada te destruya: Alguien muy cercano a mi me comentaba que al fin se había dado cuenta que  uno está solo en la vida. Desde luego que es muy reconfortante recorrer el camino de la vida, junto a alguien que amas, que quieres, que admiras, que te hace crecer; pero no nos engañemos, nadie puede sustituir a nuestro pensamiento, nuestras ideas, nuestra forma de proceder. Tenemos que ser dueños de nosotros mismos, y no depender de los demás y de su opinión para diseñar e implementar nuestro proyecto vital.
  2. Acepta que eres algo más que las posesiones que te rodean: En el mundo en el que vivimos, nos olvidamos del verdadero valor del ser, y parafraseando a Erich.Fromm, nos centramos en el tener; En nuestra sociedad es difícil liberarde de la cultura egocentrista del tener; es el ego el  que desde bien pequeño se alimenta con ansias de posesión, sacrificando nuestra propia felicidad por conseguir un mayor número de bienes a base de castrar nuestro tiempo, cariño, amistad, relajación, tranquilidad, etc.
  3. Aprende de los golpes de la vida: Está muy bien aprender de los golpes que te dá la vida. Realmente uno aprende más del fracaso que del éxito. Las experiencias dolorosas nos hacen reflexionar, nos vacunan para hacer del dolor una experiencia de crecimiento personal que nos haga ver nuestra vida de otra forma, nos hace enfrentarnos a nuevas oportunidades que nos marca el fracaso, nos hace madurar y relativizar los acontecimientos por muy negativos que sean.
  4. Sé un poco mejor cada día: "Primon non nocere": Lo primero  no hacer daño. Este principio hipocrático usado en el campo de la Medicina y ciencias afines, me parece una buena máxima ante cualquier tipo de acción. Antes de cualquier decisión evaluar el sufrimiento que vamos a producir a terceras personas, y tomar la decisión asumiendo las consecuencias. Avanzar sin hacer daño y buscando, como decían los griegos " La Tranquilidad del Alma, Ataraxia"(No sufrir, sufrir lo menos posible, o sólo cuando sea necesario). Estas dos vertientes ayudan a ser mejor cada día. Los Japoneses nos presentan una filosofía de la mejora a través del "Kaizen": Etimológicamente “Kai”; significa cambio, y ”Zen”, significa bueno beneficioso, en el sentido de hacer un bien altruista. El Kaizen es una filosofía para mejorar cada día un poco más. El objetivo es sencillo: “No debe pasar un día en que no hayas mejorado nada en tú entorno”. No basta con querer mejorar, sino que hay que actuar.
  5. Disfruta de cada instante como si fuera el último: Es necesario centrar nuestros sentidos en el presente. Moverse entre lo que podía haber hecho y no hice (arrepentimiento), y la incertidumbre del futuro, hace que nos olvidemos que la vida se desarrolla y se construye en este momento. Aprende del pasado, fija metas, y vive el ahora.
  6. Toma cada decisión con calma y  razón: Las decisiones siempre se toman con un número determinado de datos, no tenemos nunca toda la información, pero lo que si es seguro es que las decisiones se ven muy condicionadas cuando estamos secuestrados por las emociones, sobre todo las negativas. No debemos tomar decisiones claves en situaciones de angustia, ira, depresión, etc.
  7. Piensa en cada acto antes de realizarlo, se dueño de todo aquello que hagas: La "Autarquía" es la capacidad de gobernarse a si mismo. Cualquiera puede convertirse en tú amo si quieres lo que el tiene y te puede dar: Amor, pretigio, dinero. Si sólo deseas lo que depende de tí nadie podra esclavizarte. No se trata de estar  cerrado a todo lo que nos den, bien venido sea, es cuestión de no fundamentar nuestra vida en lo que depende de otros; y en cualquier caso de asumir las consecuencias de las decisiónes que tomamos.
  8. En definitiva, disfruta de tú vida y responsabilízate de ella: Tú vida de momento es lo que tienes, y eres responsable de cuidarla. Los problemas forman parte de la vida del hombre, la felicidad no se mide por la ausencia de problemas, sino más bien por la capacidad de afrontarlos, solucionarlos si se puede, y si algo no se puede cambiar aceptarlo. Sólo tú controlas lo que entra en tú mente; si  tú no eres el dueño de tus pensamientos; quién entonces los controla: tú madre, tú jefe, tú hermana. Tús pensamientos son tuyos y tu eres su dueño. Si controlas tus pensamientos y tus emociones proceden de ellos: somos entonces capaces de controlar nuestras emociones. Somos los responsables de lo que sentimos y sientes lo que piensas, por tanto debemos huír de la frase tópica "No puedo evitar sentir lo que siento".  Es muy recomendable hacer que los pensamientos y emociones trabajen a favor tuyo. 
Bueno; estas conclusiones son un resumen de las más importantes reflexiones del verano; espero que te sirvan como a mi me han servido para seguir creciendo y seguir evolucionando espiritualmente.

Un Fuerte abrazo Querido Lector.










lunes, 22 de agosto de 2011

¡HABEMUS PAPA!



Quién puede pasar indiferente ante el JMJ. Se puede ser creyente, ateo, agnóstico, pero a nadie se le escapa la enorme capacidad de liderazgo del Papa Benedicto XVI. Vivimos tiempos difíciles; de crisis económica, de crisis de valores, de abundancia de demagogos, y en este contexto nos encontramos con un líder admirado, respetado, y venerado que ha sido capaz de movilizar a más de un millón y medio de jóvenes educados, alegres, rebosantes de esperanza, porque si hay algo que caracteriza a los grandes líderes es la capacidad de: “transmitir esperanza”.

Corren tiempos difíciles, donde las sociedades modernas cultivan el culto  al consumo, y donde los templos del siglo XXI son los centros comerciales, pero no sólo como sustitutos de las iglesias, sino también como sucedáneo de la cultura. Freud, definía los templos como espacios contenedores de ansiedad, donde la población  acudía en busca de respuestas ante el vacío que supone la incertidumbre de los grandes temas; amor, dolor, muerte, etc. Hasta que llegó el Papa pensé que el sentido de la vida las sociedades modernas  lo habían encontrado en el acto de consumir, en esta semana me he dado cuenta que existen alternativas  que  “la juventud del papa ha ofertado un estilo de vida nuevo  a la sociedad”.
 Los estudiosos de la felicidad proponen dos fuentes  principales de esta:
1.  La propiciada por  la obtención instantánea de placer.
2.  La elaboración de un proyecto de vida, que más que la búsqueda de un estímulo que produzca placer, trabaje con el diseño de un camino de pequeñas cosas que dirijan tú vida.
Estos días recordé a Victor. Frank, psiquiatra fundador de la logoterapia, superviviente de un  campo de exterminio nazi. Este autor en su obra: “El Hombre en busca de sentido” decía:
Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias”. Las circunstancias que estamos viviendo no son buenas en nuestro país ni en el mundo en general, pero la actitud de este millón y medio de jóvenes, ha sido un ejemplo de cómo se puede hacer de una crisis una oportunidad, de dar gracias por estar vivos, por creer en unos valores  que den sentido a la vida, como proponía V. Frank: de búsqueda del sentido de la vida.
Los episodios críticos con respecto a la visita del Papa,  no aguantan cualquier análisis racional: Han sido unas jornadas autofinanciadas, y la cesión de seguridad e instalaciones por parte del estado han sido superadas con creces por el  reintegro económico, publicitario en todo el mundo,  y de animación sociocultural de un Madrid en vacaciones.
Sólo un anticlericalismo nostálgico que  ha vuelto a aparecer en España en los últimos ocho años, ha querido empañar el tremendo triunfo del liderazgo del  Santo Padre. Viendo las manifestaciones violentas  en contra del JMJ,  en las que algunos que amparados en el anonimato argumentaban que La juventud del Papa iba provocando; me acordaba de una anécdota que contaba Buñuel en  nuestra segunda república, en la que dos anarquistas que caminaban por la gran vía se cruzaron a la otra cera al ver a unos curas con sotana para insultarlos y agredirlos recriminándoles que iban provocando.
Me pregunto yo si en esta España en la que ya las heridas estaban cerradas, se han abierto de nuevo, me pregunto si ir alegre por la calle representando tus valores y creencias es una provocación.
Hace ochenta años el olor a paja, a polvo mojado, el sonido de las carretas, y el miedo al hambre y a la guerra era el pulso palpable de una España en plena revolución económica y social: Hambruna, analfabetismo, bocas sin dientes, muerte en las ciudades por llevar una camisa azul, o por ser de la UGT, circulaba en la cotidianidad de los años 30, donde el tiempo era espera, espera para conseguir una sociedad más justa: ¿Justa por tener derecho a agredir y matar por creencias e ideologías?, ¿Justa por matar al que tiene más, para que el otro se sienta mejor?: Justa, justa, Justa; ¿Qué es la justicia?: ¿Una visión subjetiva del que juzga?, una versión personal que otorga derechos y en ocasiones castiga y anula las voluntades del que es diferente. Pero es el tiempo el que otorga verdades, e imprime relativismo al fanatismo ideológico.
El observador calmado es capaz de advertir en los acontecimientos una relación causal del comportamiento humano: El miedo, la ira, el desagrado, son empaques emocionales que tiñen el paso del tiempo de un color determinado:
El que asustado corre, o el que enfadado insulta, el que asqueado evita,  son los filtros que inyectan en el “Homo Sapiens”, los recursos antropológicos que hicieron a la especie humana sobrevivir en un entorno hostil, donde sólo el más fuerte, el más hábil, el más precavido, y el más inteligente sobrevivía. Desde entonces la herencia de las emociones ha marcado la historia de la humanidad entera.
Pero en el caso que nos ocupa  probablemente se hallan mezclado una serie de circunstancias que hagan que s fluya esta violencia: La alimentación política de reavivar las llamas del odio, la envidia por ocupar un espacio a sectores marginales de izquierdas y del 15M, la aparición del  antisistema que se apunta a todo lo que sea destruir y desestabilizar a la sociedad y al estado.
Como  antítesis de la actitud empática que han tenido los del JMJ con sus violentos detractores, conviene hablar de la envidia, que procede del latín Invidere, que significa mirar de reojo. Y se define como tristeza por el bien ajeno o alegría ante el mal del otro. La envidia  para el psiquiatra Enrique Rojas se combate: “copiando lo que ves de positivo en los otros, Se pueden dar dos tipos de procesos de aprendizaje: Por similitud tomando como referencia al maestro, y por contraste cuando nos damos cuenta de lo que no queremos ser”.
Estoy completamente seguro que la mayor parte de la sociedad quiere seguir con la esperanza de obtener un mundo mejor a través del amor al prójimo y el respeto a los que no piensan como nosotros, y desde luego no queremos ser un grupo de intolerantes destroza ciudades que no sabemos quiénes son, que no tienen una cabeza visible, y que en una sociedad democrática como la nuestra tienen la posibilidad de crear un partido político que defienda sus ideas y sus valores.
Puede que el miedo a enfrentarse con un liderazgo como el demostrado en el JMJ de Benedicto XVI, basado en el respeto y en la libertad como resultado del amor a los demás, produzca angustia en estos grupos, y el miedo intenso todos sabemos que paraliza.
Se ha abierto una era de esperanza, de recuperación de líderes carismáticos, y desde luego el JMJ, es el resultado más evidente de todo esto; y en palabras del propio Benedicto XVI: “Nos hemos de liberar de la falsa idea de que la fe no tiene nada que decir a los hombres de hoy".

jueves, 11 de agosto de 2011

ENCUENTRO CON MI RIÑON IZQUIERDO

Un día te levantas, te encuentras mal: angustia, diarrea, dolor irresistible, y resulta que te acuerdas que tienes un órgano que se llama riñón que se queja de una piedra:
Atardecer en Lanzarote Febrero 2011

Era un Domingo caluroso, y acababa de dejar a un amigo  en la estación porque se iba de viaje. Aunque casi a la fuerza me llevan a urgencias del hospital:
Lo primero que provoca el dolor es  una sensación de minusvalía física para poder tomar deciciones, y dejas que los demás las tomen por ti. 
En segundo lugar el dolor te situa en un estado de percepción diferente, vinculado al sufrimiento que te hace ver las cosas de una forma especial. Las miradas de compasión, los olores, la indiferencia en la que nos colocamos los profesionales de la salud, te hace reflexionar de forma muy sesgada pues te encuentras en una situación de secuestro doloroso.
El dolor hace que el tiempo sea más lento, que los segundos sean minutos, y que los minutos se transformen en horas, y mientras tanto como la prioridad que me dieron de mi urgencia era moderada, y eso que la valoración me la hizo un compañero que me conocía de un congreso, tuve que esperar unos cuarenta minutos a que calmaran mis discrepancias con mi riñon izquierdo. 
Mientras tanto, percibía  el estatus de superioridad en el que nos movemos los profesionales sanitarios cuando la vida, y los cuidados de nuestros clientes dependen de nosotros.
Es la sensación de dependencia de ellos, la que sitúa al paciente en un estatus de sumisión para conseguir rápidos y mejores resultados. No me trataron mal, me trataron bien, más al saber que era compañero de la Comunidad de Madrid, pero note una frialdad preventiva a modo de barrera psicológica que no la necesitaba en ese momento. Me dí cuenta que yo  mismo  recomiendo a mis alumnos esa barrera, para evitar colapsos emocionales ante circunstancias indeseables de  nuestros clientes. A veces lo que enseñanos no hay que llevarlo al  extremo, y sobre todo sufrirlo en nuestras propias carnes para poder recomendarlo,;después de está experiencia matizaré mucho más mis enseñanzas.
Bueno, por fin me llegó la hora: Me tuvieron que pinchar dos veces en la vena, eso que las tengo buenas, pero es el síndrome del recomendado. Me pusieron varios calmantes, me sacaron sangre, me hicieron una radiografía, etc.
Posteriormente, lo que más recuerdo además del inmenso placer al no sentir dolor, es un intenso frío que me  provocó una tiritona muy desagradable. A todos los pacientes que estábamos allí, nos tuvieron que cubrir  con sábanas pues era insoportable. Llamaron a los de mantenimiento y dijeron que no podían hacer nada. Esta situación también me sonaba pues los de mantenimiento siempre dicen lo mismo con el frío y con el calor. Nunca llegaré a entender la dificultad en regular   de forma adecuada la temperatura de una planta.
Muerto de frío y esperando a que me dieran el alta, oí voces que me resultaban familiares, ví como una silla de ruedas se acercaba por el pasillo de urgencias con el cuerpo del anterior alcalde de mi pueblo con una pierna "tiesa e inflamada", pensé entonces en que la máxima expresión  de la democracia se dá con  la ausencia de la salud, pues seas Alcalde, Príncipe, o Mendigo si te toca te ha tocado.
Me dí cuenta que un requisito básico  para ser feliz es la ausencia de dolor, pues cuando este cedió  sentí una paz interior, y una tranquilidad espiritual, que me hizo recordar a los "Estoícos de la filosofía Griega": 
Para los Estoicos la felicidad consiste en la "Ataraxia" o tranquilidad del alma, y esta se alcanza por la práctica de la virtud. Cuando alguien consigue dominar aquello que le viene del exterior y controla sus propias pulsiones, entonces puede decirse que vive tranquilo, en paz consigo mismo. Para los Estoicos en el alma domina la parte racional. Pues bien; salvando las distancias sentí lo que era la Ataraxia, sentí que era el momento de relativizar aún más las cosas, de saborear más  intensamente las pequeñas cosas que probablemente sean las grandes cosas de la vida; una mirada, un beso, un buen paseo, un  amanecer, un abrazo, una conversación interesante, etc.
Para esta escuela filosófica de los Estoicos, que nace en el 301 a.c, nada ocurre porque si,  todo sucede de forma necesaria: Me pregunto si esta experiencia dolorosa era necesaria para aprender algo: ¿Sería este estímulo desagradable que he pasado durante cuatro días un aviso para hacer una inflexión en mi vida?:
Me llené de relativismo, en el sentido de pensar que perdemos el tiempo en cosas sin importancia y se nos pasa la vida sin disfrutar del tiempo presente. Me dí cuenta que la felicidad depende del ahora, de este instante; Si vives atormentado por tú pasado, y proyectas tú energía en el miedo al futuro, anulas el presente. 
Me pregunté si daba a las cosas su justo valor; y en este estado de buenismo inducido, me dí cuenta que muchas veces magnificamos las cosas negativas, la cuestión es si esto me importará dentro de un año, y en la mayoría de los casos la repuesta es que probablemente ya ni me acordaré de ello, es por eso que a partir de ahora me importarán menos cosas.
También me dí cuenta que la felicidad es una cuestión más interna que externa; la felicidad depende de cómo interpretemos el mundo, ante mi ausencia de dolor el mundo me parece maravilloso. La interpretación que hacemos de la realidad es lo que nos hace más o menos felices, por eso a partir de ahora, intentaré interpretar las cosas en formato más positivo.
Todo esto me llevó a cuestionar mis propias convicciones y discusiones; y me dí cuenta que era el ego el que dirige la mayor parte de las discusiones y no la búsqueda de la verdad. Sobre todo las discusiones  conyugales alteran intensamente la convivencia y sólo conducen a encender rencores innecesarios. A partir de ahora evitaré aún más las discusiones.
Esta pequeña, pero intensa experiencia me ha ayudado a evolucionar: "Necesitamos disfrutar del presente, aprender de la experiencia cada día, responsabilizarnos sin atormentarnos de nuestros actos, pedir perdón a quien hemos hecho daño, ponernos al lado y en el lugar de la gente en lugar de juzgarla, y no dar demasiada importancia a las cosas".

viernes, 5 de agosto de 2011

EL SÍNDROME DE LA SIRENITA



Ante un frescor matutino refrescante e inspirador comenzamos a correr por el gran jardín. Hoy no tocaba hablar de política, tocaba hablar de emociones:
La Sirenita en Copenhague
- ¿Crisis de valores?: “Hoy existe una falta de respeto a las figuras de autoridad, los padres, los maestros, los abuelos, no son los depositarios del conocimiento y la cultura”.  El tesoro cultural para la juventud y adolescencia, está en el dominio de la tecnología, y es internet el gran monasterio donde está depositado todo lo que necesita saber la humanidad, por eso la escuela, los padres, los abuelos, son instituciones desfasadas, que no son capaces de enseñarme lo que necesito saber en la vida.”
-  Internet es la  libertad total”-, dijo mi amigo ante la parrafada derrotista que le había lanzado, - “Uno se sienta en el ordenador y es capaz de comunicarse,  viajar, de comprar, y  el verdadero reto de la familia y la escuela es introducirse en este sistema tecnológico y educar en la gestión de las emociones, y ser capaces de transmitir una serie de valores innegociables que descansaran en el cimiento del bagaje de esa persona”.
Se produjo un breve silencio, y volví a un tema que me obsesionaba motivo de mi último artículo: “ Amor y Relaciones Tortuosas”:
- “Fíjate; cambiando de tercio: Algunas personas cercanas a mi  tienen una obsesión imparable con el éxito profesional. Me he dado cuenta que esta tendencia vital procedía de sus padres, quienes sólo les demostraban amor, cuando tenían éxito. Aprendieron a equiparar éxito con sentirse amados. Los varones, en concreto hemos aprendido que el éxito material y profesional es lo que atrae a las mujeres. Muchas mujeres han sido condicionadas a que su felicidad dependa de sentirse bellas y deseadas, en cualquiera de los dos casos si esto falla aparece una tremenda frustración. Creo que el verdadero reto de la educación de los padres e incluso de la escuela es enseñar a  valorar a las personas por lo que son y no por lo que tienen  o por el éxito que han tenido”.
Pensaba mi amigo mientras subía el ritmo de la carrera, en lo que suponía liberarse del anhelo del éxito, y de cambiar los propios valores e ideas que tenemos al respecto.
- “Pero claro, ante esa tesitura que tú planteas, habría que cambiar el modelo de sociedad en la que estamos viviendo, en la que se nos educa para triunfar, para competir, para en definitiva, tener más que para ser. También es importante tener ambición por conseguir determinadas metas en la vida, si uno se instala en el conformismo nunca llega a nada”
Mientras empezaba a sudar, me di cuenta que sería duro rebatir la aseveración anteriormente descrita, pues vivimos en una sociedad competitiva que todo se mide por lo que tenemos, más que por nuestra evolución personal, pero no tuve más remedio que defender mi tesis, aunque sólo fuera por demostrar coherencia, y utilice una posición de gano-ganas, en parte de doy la razón, pero por otro lado defiendo mi postura.
- “Hombre, hay que tener metas como parte de un camino que tiene diferentes encrucijadas, pero sin olvidar que la meta puede cambiar según el camino y  que no sea la meta la que condicione nuestra vida. Quiero decir que, si el éxito, la belleza, la fama, te obsesiona, vivirás alienado por llegar a ella aunque tengas que dejar en el camino la felicidad. En definitiva, querido amigo, la vida es como esta carrera que estamos haciendo; probablemente el mayor disfrute está en el camino y no en llegar antes o después a la meta, pues si nos obsesiona llegar cuanto antes, puede que tengamos que parar a la mitad. ”
Parece que llegamos a un punto de encuentro en este tema. Había que sacar otro tema que complementara el anterior para evitar el silencio:  
“Qué importante es el entorno y las personas de las que te rodeas, saber que tienes a alguien que te puede aconsejar en lo que debes o no debes hacer, es muy recomendable, pues hace que no te sientas solo. Yo me he sentido solo muchas veces, a pesar de estar rodeado de gente; la sensación de soledad es terrible, la sensación de estar solo ante una multitud es casi peor que estar físicamente solo”.
Pensé en cómo enfocar lo que me planteaba mi compañero de carrera: ¿La soledad como aislamiento que produce angustia y tristeza?, ¿La compañía como generador de dependencia extrema?, ¿La falta de autonomía por depender de los demás?. Como me obsesionaba el tema de mi artículo de “Amor y  Relaciones Tortuosas”, y el caso que había planteado de un individuo con complejo de Edipo sin resolver, y la relación patológica con su madre, decidí hablar de la autonomía del ser humano, como aspecto deseable en la madurez.
“Hombre todo llevado al extremo puede convertirse en una soga al cuello. Es importante no sentirse solo, pero al final somos nosotros los que debemos decidir cuál debe ser nuestro proyecto y actitud vital. En el caso que  te comentaba en el artículo de mi blog; el sujeto necesita para poder ordenar sus ideas, ordenar sus emociones, y tomar sus decisiones a su madre, en una situación de dependencia total. Adquirir la madurez y crecer emocionalmente es ganar autonomía; saber que al final somos nosotros los responsables de nuestra conducta, de nuestros pensamientos que a su vez condicionan nuestras emociones, y también somos responsables de  elegir a las personas y el tipo de relaciones que queremos establecer con ellas, sin olvidar que esas personas que escogemos no somos  nosotros mismos, y que es recomendable  que alguien te  acompañe en el camino de la vida, pero sin pisarte y sin dejarnos llevar acuestas, somos nosotros los que hacemos el camino”.
A mi amigo le hizo pensar esta reflexión, y me resulto raro que en principio me diera la razón, sabía que antes o después  arrojaría un “Pero”:
“Claro, pero esto en la sociedad se ve como egoísmo. Una persona que sólo se mira a si mismo, que no necesita a los demás, que la vida la realiza sin necesidad de nadie”.
No le dejé terminar, pues vi que me había explicado mal, y lo estaba llevando por el lado contrario de mi intención original.
“No es esa la idea, la idea es de un ser social que necesita a los demás, ningún hombre es una isla, pero  autónomo en la gestión de sus propios pensamientos, emociones, y por tanto conductas y decisiones, pero no sólo autónomo, sino también responsable de todo ello”. “La autonomía también implica responsabilidad, pero esto no es incompatible con la empatía, con la solidaridad, con el amor  y el respeto a los demás, pero sin olvidar que al final somos nosotros los dueños y responsables de nuestra vida”.
Terminamos la carrera y fuimos a tomar un café al  templo: Pudimos comentar algunas noticias como la toma de las instituciones por Bildu, el amor de la Duquesa de Alba y Alfonso, que yo califiqué, probablemente injustamente de esperpéntico. A  mi amigo le hizo reír, mí provocación  en la que defendía que dada la situación económica y política, deberíamos dejar temporalmente el gobierno de España en manos del Rey . Bueno era una provocación más para sacar su espíritu republicano y socialdemócrata.
Al final de la jornada; la conclusión era clara; un relativismo moral hacía que valoráramos en su justa medida la educación de los hijos, los valores educativos, la soledad, la dependencia, la autonomía, conceptos con los que cada uno debe elaborar su fórmula para su propia felicidad, que no será válida para otro ser humano, pero que mientras le sirva a él, lo demás es demagogia.

jueves, 4 de agosto de 2011

AMOR Y RELACIONES TORTUOSAS


VIGELAND OSLO

Me llamó la atención el nivel de violencia que se puede generar en determinadas relaciones amorosas. No cabe duda que el intento de posesión de la pareja transforma al sujeto en un objeto de deseo de control; en cualquier caso me recuerda a las rabietas de la infancia, cuando al no conseguir los caprichos, el niño formula una estrepitosa llamada de atención hacia la madre, el padre o ambos. En esta posición el ceder ante esta conducta la instala en el bagage y  aprendizaje del niño; no olvidemos que una conducta se repite cuando tiene éxito.

En mi opinión, en este tipo de relaciones, se busca mantener la atención de la amada/o a cualquier precio, aunque sea a base de conductas poco maduras. Por ejemplo, es común provocar celos para focalizar la atención de la pareja: Consiguen entonces que, a pesar de los reproches de la misma su atención se centre en esa persona. 

Es común mostrar a modo de trofeo mensajes, fotos, mails, en los que se ensalza "al amado que tiene esta conducta", para provocar un conflicto, que a pesar de generar emociones negativas que provocan conductas de agresividad verbal y/o física, tienene el efecto de la satisfación de conseguir la atención de la pareja. 

Son conductas poco maduras, pero probablemente tengan una conexión directa con la relación afectiva mantenida con la madre. La madre o el padre. Con mucha frecuencia el vínculo hijo-madre, establece este tipo de relaciones amor-odio, en las que la madre es buena cuando me produce placer y mala cuando no lo hace. Son conductas muy primarias pero que ocupan el cimiento psicológico del ser humano, y que pueden manifestarse en el "modus operandi", de muchas parejas:  El ser humano busca el placer y evita el dolor, y  desde luego el reconocimiento personal no deja de ser una fuente de placer que alimenta el ego y realza la autoestima.

En este caso podemos encontrarnos con un complejo edípico no resuelto en el que la madre siempre está presente. Una madre que no ha roto el vínculo de control sobre el hijo, y el propio hijo no ha superado ese complejo edípico, es un coctel muy bien aderezado para el desarrollo de conflictos en la pareja. Este conflicto no resuelto puede verse amortiguado si la pareja es capaz de ocupar el papel de la madre, sustituye a la madre,  y de algún modo la madre acepta la figura de la esposa como sucursal de ella misma. En este caso el conflicto puede estar larvado.

Pero si esta madre que continuamente opta por la ingerencia en la vida de su hijo, y el hijo  reclama la dirección de su vida por parte de su madre, ante la inexistencia de una sustituta materna aceptada por ambos, el conflicto está servido.

Por tanto estamos ante un problema de falta de autonomía, falta de madurez, y de evolución psicológica disfuncional.

Volviendo a la violencia, creo esta se instala en este tipo de parejas como sistema de comunicación afectivo, pero que a su vez genera unos profundos sentimientos de frustración, pues no es un buen camino de búsqueda de la felicidad.

Combinado con esta situación previa podemos encontrarnos con un varón afectado del denominado: "Síndrome de simón": Se trata de un hombre de 28  a 40 años, soltero o separado que pasa por soltero, emocionalmente inmaduro, que está obsesionado por el éxito de modo que es capaz de sacrificar su vida por un ascenso en su estatus y conseguir una posición económica adecuada. En este contexto es muy probable que aflore un potente narcisismo que descansa sobre la necesidad de ser reconocido por su entorno. Este tipo de personas tienden a descalificar con arrogancia a los demás.

Por tanto un varón con Síndrome de Simón, con una dependencia edípica de la madre,  es un caso de complejidad superior: ¿Cómo rompermos la dependencia de la madre?, ¿Cómo relativizamos el éxito como valor probablemente impuesto por la madre?:

En primer lugar es necesario que el sujeto sea consciente de esta realidad, y en segunda instancia deberemos trabajar sobre los pensamientos que sustentan esta conducta, y que son fuentes de tanta infelicidad y frustración para el sujeto.

Recomiendo el mátodo Socrático: 
1. Localizar un pensamiento que me cause inconvenientes (No se trata de eliminarlo, sino de fundamentarlo).
2. Poned en duda ese pensamiento, estableciendo excepciones.
3. Haced una lista con los elementos, hechos, conceptos que contradicen mi afirmación inicial.
4. Reajustar, modelar, modificar, el contenido del pensamiento
5. Repetir el proceso mejorando los conceptos, para que el pensamiento se ajuste lo más posible a la realidad.

 
PUEDE QUE ESTE MÉTODO CONFIRME TÚ HIPÓTESIS, PUES BIEN LO QUE ES ES Y CONVIENE ACEPTARLO Y NO AUTOENGAÑARSE.

No obstante y como elemento de partida, siempre es una buena compañera de viaje la aceptación como mecanismo adaptativo, de lo que mi experiencia me ha dicho que no puedo cambiar.
Y sobre todo partir con la misión vital de:

"Vivir como si este fuera el último día de tú vida, y aprender como si fueras a vivir para siempre".

martes, 2 de agosto de 2011

INFLUENCIA DE LOS DEMÁS EN NUESTRAS EMOCIONES



ESCULTURA DE VIGELAND EN OSLO: 
MARIDO COGIENDO A SU MUJER MUERTA.



ME SORPRENDIÓ LA INFLUENCIA DE LOS DEMÁS EN MIS PROPIAS EMOCIONES
Las emociones tienen una importante relación con la interpretación que hacemos o que tienen los demás. Por ejemplo; nos disgustamos cuando alguien nos ofende. Esta  vertiente social de las emociones tiene una importancia vital en el desarrollo del hombre como animal que vive en sociedad, y que está condicionado por cómo interpreta a  los demás y la capacidad de influencia de estos en sus propias emociones.
Aristoteles decía que enfadarse es fácil, pero enfadarse con la persona adecuada en la dosis y en el momento adecuado, no es tan sencillo, pero es determinante en la vida del hombre. No se trata de ser seres sin emociones, si no de ser conscientes, y modular con nuestro cerebro racional  la expresión emocional que queremos dar en cada momento. Se trata de no verse secuestrado por la emoción y ser dueños de nuestra conducta.
Pero, resulta muy interesante ver la influencia que los demás tienen o pueden tener en nuestras propias emociones. Todas las expresiones faciales y conductas no verbales influyen de manera determinante en  nuestra expresión emocional: Por ejemplo; una persona que viene a nosotros muy enfadada con actitud beligerante (En definitiva secuestrada por la ira), puede que mirándola con ojos de comprensión, escuchándola, y teniendo una actitud empática, aunque sea sin decir una palabra, ese enfado poco a poco se enfríe y su cerebro racional tome las riendas de su propia conducta.
¿Podemos hablar entonces de una comunicación emocional determinante en el desarrollo de habilidades sociales?, en mi opinión esto es una obviedad; El conocimiento y el desarrollo de actitudes y habilidades en el mundo de las emociones, con mucha posibilidad nos proporcionará una plataforma de éxito social  sorprendente.
Por tanto este lastre que llevamos en nuestro cerebro reptiliano, que han hecho a nuestra especie sobrevivir desde los tiempos que vivíamos en los árboles, determinan nuestro éxito social, de modo que el ser humano en un 80% es un animal emocional.
Me pregunto  Por qué en los planes educativos, si el conocimiento y manejo del mundo de las emociones, es un elemento importante en el éxito social, no se dedica más tiempo en las escuelas e institutos  al estudio y desarrollo de estas habilidades.

lunes, 1 de agosto de 2011

¡VIVA EL OPTIMISMO!

Julian e Isabel dos estupendas personas que conocimos en el viaje a Escandinavia: Discretos, amables, siempre con una sonrisa,  transmitiendo argumentos  positivos al grupo. Que importante es encontrar a personas positivas que transmitan optimismo, sosiego, y esperanza en los grupos.

Por el contrario las personas negativas, las que tienen una visión siempre oscura de la realidad, las que ven la botella siempre medio vacia, atraen la mala suerte, y confirman una y otra vez la teoría de la profecía autocumplida: " Ves como siempre las cosas me salen mal". No se dan cuenta que con su actitud de partida, han sido los causantes de sus propias desgracias.

La suerte es un elemento que juega su papel, aunque a mi me gusta más hablar de la falta de control de determinadas variables, pues claro está no lo podemos controlar todo, pero si somos los responsables de nuestra actitud, y por su puesto de nuestro pensamiento y nuestras emociones, que hacen que tengamos una determinada conducta u otra, en el desarrollo de nuestra vida diaria. 

Como afirma Walter Risso en su libro "Pensar bien, sentirse bien"; "Si tienes problemas interpersonales, es probable que estés utilizando algún tipo de "Profecía Autorealizada", es como  vivir con un enorme perro. que a pesar de tenerle miedo a diario le alimentamos, Maquiavelo decía que los fantasmas asustan más de lejos que de cerca. En cambio la conducta de evitación favorece los esquemas negativos, porque impide su confrontación con la realidad. Si logramos desmontar los mecanismos de protección psicológicos en los que nos hemos escudado, podrás verte como realmente eres.

Los pensamientos son las conclusiones a las que has llegado después de procesar los datos. El pensamiento negativo y/o irracional, dispara un gran número de emociones perturbadoras y destructivas. La clave está en disminuir los pensamientos negativos. o cambiarlos por otros más constructivos. Los pensamientos del pesimista crónico son: "Me va a ir mal", "Podría haber sido mejor", "No hay solución", "Nada va a mejorar": La profecía autorrealizada está servida. Si eres pesimista las cosas no te van a salir bien, pues tú mismo te encargas de que no te salgan bien. 
El pensamiento muy polarizado, dicotómico, de algunos pesimistas, hace olvidar el mundo de los matices: " Si solo existe lo bueno y lo malo, entonces no tengo otra opción; soy bueno o malo"; los conceptos de "Nunca", "Siempre", "Todo", "Nada", son conceptos peligrosos porque no te dejan opciones, y fácilmente si tú mente se mueve de un polo a otro, la depresión y la ansiedad se dará con frecuencia. Necesito flexibilizar mis pensamientos: "Me puedo equivocar, pero eso no significa que sea un inútil", " Cometer errores es de humanos", " Hago cosas bien, cosas mal, y cosas regular". Los conceptos absolutos sin sus excepciones, terminan por producir una amarga tristeza que conduce a la depresión.